Great Place to Work® es, probablemente, la organización más reputada del mundo en relación con el Ambiente Laboral. En Colombia, desde hace 20 años, hemos podido conocer y analizar de forma muy precisa cómo lo perciben y sienten los colaboradores, dónde están las oportunidades de mejoramiento y cómo podrían capitalizarse.
El Informe sobre Medellín, que incluye su área metropolitana, correspondiente a este año, muestra un logro muy significativo que si bien no es solo atribuible al Ambiente Laboral, habla muy bien de este: un 48% de los cargos de la Alta Dirección de las organizaciones evaluadas es ocupado por mujeres. Este es un resultado muy superior al del país (42%) y que bien pudiese ser considerado de clase mundial.
No es de extrañar entonces que las mujeres que trabajan en Medellín tengan una intención de permanencia que está por encima de la mediana del país, lo cual se considera muy satisfactorio. De hecho, el Compromiso que recoge esta intención, así como también la conexión afectiva del colaborador con la misión organizacional, su trabajo, líder y equipo, es visiblemente mayor que el que se encuentra en el resto de Colombia.
¿Esto significa que es fácil la gestión del Ambiente Laboral en Medellín? ¡Para nada! En Medellín se está viendo una atomización importante de lo que influye en las opiniones de las personas sobre asuntos que tocan al Ambiente Laboral. En otras palabras, el público antes tenía una respuesta más predecible. Ahora, sus opiniones dependen mucho de su formación académica, si el colaborador está en paralelo estudiando, su nivel de responsabilidad… en fin, tantas cosas, que acertar no es tan sencillo.
Por supuesto, el factor crítico de éxito es el liderazgo. El análisis muestra que hay una correlación muy fuerte entre la opinión que el colaborador tiene de su líder y la que tiene del Ambiente Laboral, al punto que parece influir en el 89% de sus opiniones.
El análisis de Great Place to Work® también confirma lo que los visitantes de Medellín dicen con mucha frecuencia: aquí se recibe muy bien a quien entra a un almacén, a un restaurante, a una dependencia. Esto mismo dicen los colaboradores internamente y el resultado se aleja visiblemente de lo que se encuentra en Colombia.
No es solamente algo que surge de la amabilidad o las buenas maneras. Esto está muy correlacionado con el sentido del trato justo a las personas, por encima de cualquier tipo de consideración referida a su género, edad, condición socioeconómica o a cualquier otra que podría derivar en un trato diferente. Aún cuando Medellín tiene un logro muy satisfactorio, sí existe una percepción diferente entre las minorías étnicas que sienten que su condición les coloca en desventaja.
Para muchas organizaciones esto es muy desconcertante porque no lo logran asociar a ninguna práctica organizacional. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, la causa está en la memoria histórica en la que hay un pasivo enorme de nuestra sociedad con estas minorías. Por supuesto, esto también es una oportunidad de mejoramiento de una organización.
En las organizaciones en Medellín con un Ambiente Laboral sobresaliente, la probabilidad promedio de que un colaborador esté trabajando a término indefinido es 19% más alta que en las restantes; la de trabajar con personas que tienen más de 4 años de antigüedad es 22% mayor y hacerlo con personas que tienen un posgrado es 62% más elevada.
La riqueza de un gran lugar para trabajar es la confianza. Es esta la que hace la diferencia. Sin ella, las mesas de ping-pong, las consolas de juegos y los beneficios, se contabilizan en el gasto. Por el contrario, cuando la confianza está presente se siente muy rápidamente en esa seguridad psicológica que lleva a las personas a dar, sin titubeos, lo mejor de sí. No es de extrañarse entonces que esto permita crear más valor para las organizaciones y sus grupos de interés, para las comunidades y para el país.
¿Te gustaría conocer más detalles de nuestro informe relacionado con el Ambiente Laboral en la capital antioqueña? Descárgalo aquí
