En el contexto actual de las organizaciones, caracterizado por las diversas dinámicas y expectativas laborales de los colaboradores, es esencial reconocer y reflexionar acerca de la importancia de crear un excelente Ambiente Laboral. Esto no solo promueve el bienestar, sino que también se convierte en una palanca de creación de valor y un aspecto diferencial para la competitividad dentro de un mercado muy demandante. Por ello, su importancia dentro de las estrategias de marca empleadora de las organizaciones.
En ese sentido, es importante que las organizaciones brinden un entorno de trabajo que no solamente impacte en las funciones diarias de las personas, sino que también promueva la satisfacción y el crecimiento personal, teniendo en cuenta que un Ambiente Laboral óptimo no sólo ofrece un paquete de beneficios tangibles, sino que también contribuye a cultivar una cultura organizacional que fomente el respeto, la inclusión, la justicia y el bienestar.
De hecho, se ha comprobado que un excelente Ambiente Laboral promueve dentro de la organización una cultura de autocuidado, impactando directamente en la percepción de los colaboradores sobre su empleador. Esto respalda la idea de que las empresas valoran a su gente, considerándolas como el centro de la estrategia y en consecuencia, los individuos encuentran en sus entornos laborales un espacio donde sus metas, valores y aspiraciones personales adquieren un mayor sentido.
A partir de lo anterior, las áreas de Gestión Humana asumen un rol protagónico en el desafío de asegurar que el bienestar de los colaboradores se consolide como un pilar para el éxito de la organización, abordando ciertos aspectos, entre ellos: salud mental, emocional y física. Para alcanzar este objetivo, varias compañías han optado por acudir a herramientas como la valoración de Great Place to Work®, la cual se convierte en un aliado estratégico para las organizaciones porque entrega información relevante, no desde la intuición, sino desde los datos y el análisis de los mismos, generando el mayor impacto posible a través de la toma de decisiones.
No obstante, reconocer la relevancia de estos aspectos no es suficiente. Para lograr generar un impacto en el entorno laboral, es imperativo adoptar acciones y estrategias de transformación que le permitan a la organización entender las necesidad y expectativas de los colaboradores, y es únicamente a través de un ejercicio de valoración continuo, acompañado de herramientas tecnológicas y de ciencia de datos, que se establecen las mejoras necesarias que permitan alcanzar las metas y lograr los objetivos, incluso los asociados a la estrategia de marca empleadora.
¿Qué es bienestar? Descifrando su significado en el entorno laboral
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el bienestar se refiere al estado en el cual una persona puede desarrollar sus capacidades y afrontar los desafíos que puedan perturbar su equilibrio. Desde esta perspectiva, cuando hablamos de bienestar organizacional el concepto adquiere un matiz importante, manifestándose como el resultado de las medidas y prácticas implementadas por las organizaciones para asegurar un entorno laboral saludable.
Este enfoque implica la adopción de estrategias encaminadas a salvaguardar la salud de los colaboradores, así como también, a fomentar la satisfacción en el ámbito laboral. Por lo tanto, invertir en el bienestar de las personas es una decisión segura en la gestión de una estrategia que contribuya a la optimización de resultados.
Esta perspectiva nos permite reconocer la importancia de un buen Ambiente Laboral como un componente esencial para la construcción de Grandes Lugares para Trabajar. Esto implica considerar el mejoramiento de las prácticas internas de una organización como parte de los ejercicios que permitan escuchar y entender lo que funciona o no, como lo permite la valoración del Ambiente Laboral en Great Place to Work®. A continuación conoce 3 aspectos para lograrlo:
Escuchar a los colaboradores: la piedra angular del cambio
El primer paso para construir un Ambiente Laboral positivo es escuchar activamente. Aquellas organizaciones que adoptan una cultura de escucha abierta y receptiva demuestran su compromiso de valorar las opiniones y necesidades a través de encuestas, entrevistas, focus groups y espacios de feedback, creando canales para que las personas expresen sus preocupaciones, sugerencias y aspiraciones.
Al comprender las perspectivas de los colaboradores, es posible identificar áreas que necesitan mejorar y enfocar esfuerzos de manera más precisa. La realimentación constructiva proporcionada por los colaboradores se convierte en un recurso valioso para el crecimiento y desarrollo continuo.
De la escucha a la acción: implementando cambios significativos
La recopilación de información representa el primer paso, y el siguiente desafío consiste en transformar los resultados en acciones concretas. Por lo tanto, resulta esencial establecer programas de apoyo que se sustenten en los datos obtenidos durante el proceso de evaluación. Estos programas deben ser diseñados con un enfoque en las preocupaciones y prioridades expresadas por los colaboradores.
La naturaleza de los programas de apoyo puede variar considerablemente en función de las necesidades específicas de cada organización. Algunos ejemplos incluyen:
- Programas de salud: sesiones de ejercicios, asesoramiento en nutrición y técnicas de manejo del estrés.
- Flexibilidad laboral: brindar opciones de horario flexible o trabajo remoto para adaptarse a las necesidades personales de los colaboradores, lo que contribuye a un equilibrio entre la vida laboral y personal.
- Oportunidades de desarrollo profesional: proporcionar programas de capacitación y desarrollo que permitan a los colaboradores crecer en sus roles y avanzar en sus carreras.
- Reconocimiento y recompensas: implementar sistemas de reconocimiento para celebrar los logros y contribuciones.
- Promoción de la diversidad e inclusión: garantizar la promoción de un espacio donde todas las voces sean valoradas y respetadas.
La clave está en asegurarse de que estas acciones sean coherentes y genuinas, alineadas con los valores y la cultura organizacional. Cuando los colaboradores perciben que su lugar de trabajo se preocupa por su bienestar y se toma en serio sus necesidades, se fortalece la confianza y el sentido de pertenencia, impactando en la promesa de valor de la organización y su marca empleadora.
Redes sociales: el poder de los colaboradores como voceros
En esta era digital y de interconexión, los colaboradores se convierten en valiosos portavoces y representantes de la imagen de la organización como empleador. La percepción que ellos tienen de la organización y su Ambiente Laboral pueden hacerse públicas en redes sociales. Plataformas como LinkedIn, Twitter e Instagram ofrecen un espacio donde las personas pueden compartir sus experiencias laborales y opinar sobre la cultura organizacional de X o Y organización. Este fenómeno hace que el Ambiente Laboral y los valores organizacionales sean visibles ante sus diferentes stakeholders (inversionistas, accionistas, clientes, proveedores y futuros talentos).
Por consiguiente, es importante hacer énfasis en la necesidad de convertir a los colaboradores en auténticos voceros de la organización, ya que al empoderar a las personas para que compartan sus vivencias laborales de manera genuina, no sólo se refuerza la imagen de la organización como empleador atractivo, sino que también se establece una forma palpable de demostrar el compromiso de la organización hacia su personal y su cultura, aspectos directamente relacionados con las estrategias de marca empleadora.
Además, los líderes deben poner el foco y atención en esto, ya que la calidad de la experiencia del colaborador se puede ver reflejada en la calidad de los productos, los servicios y los resultados de la organización.
La contribución de las organizaciones al bienestar global
En definitiva, estas acciones dejan en evidencia la manera en la que las organizaciones asumen la responsabilidad de fomentar el desarrollo y el bienestar, puesto que al conectar los proyectos de vida de los colaboradores, sus aspiraciones y propósitos, con la visión estratégica de la organización, estas pueden tener mayor éxito en la fidelización y atracción del mejor talento, logrando así mejores resultados.
Esto puede estar relacionado con la adhesión a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en donde temas como erradicar la pobreza, promover la educación, la igualdad de género, cuidar el medio ambiente y lograr un crecimiento económico sostenible, toman un papel relevante en la agenda mundial de las organizaciones y su compromiso social, así como en la vida e intereses de los colaboradores.
Por consiguiente, podemos concluir que más allá de los KPI 's financieros y de crecimiento, el paradigma de las organizaciones y sus áreas de recursos humanos ha cambiado. Si en ellas existe un interés genuino por las personas, lo que sin duda representa una redefinición del éxito, las probabilidades de mejorar en los resultados del negocio son mayores.
Por ello la importancia de entender que el bienestar de los colaboradores debe ser uno de los pilares de la estrategia organizacional, en donde la marca empleadora pueda encontrar elementos diferenciales que les permitan tener un impacto que trasciende al individuo y a la organización, incluso en los ámbitos políticos, económicos y sociales.
Ahora bien, si estas estrategias de marca empleadora son concebidas desde la perspectiva de un propósito superior y los valores corporativos, se genera un efecto significativo en la fidelización y atracción de talento, lo que conduce a resultados superiores que garanticen el logro de los objetivos, esta sinergia no solo impulsa los logros de la empresa, sino que también crea una cultura sólida y cohesiva en la que el bienestar de los colaboradores y el éxito organizacional están intrínsecamente entrelazados.
Pues se entiende que la gestión del bienestar va más allá de ser una simple tendencia; representa una filosofía que transforma a cada individuo en un agente de cambio no solo en el ámbito laboral, sino también en sus familias y comunidades a través de acciones que permitan fortalecer el vínculo entre su propósito y el impacto positivo que generan en la sociedad, en el país y, sin duda, en el mundo.