La decisión de algunas personas de no revelar partes de su identidad dice mucho. Por eso, durante el Mes del Orgullo en Great Place To Work® nos enfocamos en que todos los colaboradores sean aceptados tal como son, sin tener que ocultar su verdadera identidad para "encajar" en su entorno laboral. Se ha demostrado que no trabajar en la construcción de ambientes de trabajo en los que las personas puedan ser ellas mismas, no solo perjudica el sentido de pertenencia, sino que también disminuye el autoestima y el compromiso.
A simple vista, puede parecer que en los lugares de trabajo se han creado experiencias positivas para las personas que se identifican como LGBTQ+. Sin embargo, es necesario cuestionar la veracidad de esta percepción. Las encuestas realizadas por Great Place To Work® alrededor del mundo se destacan por revelar las experiencias laborales "enmascaradas" de diferentes grupos de colaboradores, incluyendo aquellos de la comunidad LGBTQ+.
Parte de este proceso implica formular varias preguntas sobre las características personales de los colaboradores. De esta manera, las organizaciones pueden captar oportunidades de mejora en la experiencia laboral para diferentes grupos. Identificar estas disparidades es el primer paso para corregirlas y crear experiencias más equitativas para todas las personas. Dado que estas preguntas pueden ser de naturaleza sensible, se le brinda a las personas la opción de no responder a preguntas sobre su orientación sexual o identidad de género.
De acuerdo con lo anterior, cabe resaltar que no es solo un pequeño porcentaje de colaboradores el que elige la opción: "preferiría no responder". De hecho, se ha descubierto que una de cada ocho personas opta activamente por no revelar uno o más aspectos de su identidad. Ante esta situación, surge la pregunta: ¿qué está ocurriendo realmente? ¿Por qué más del 12% de los colaboradores se niegan a compartir información sobre sí mismos?
Con el objetivo de comprender mejor este problema, se ha llevado a cabo un análisis detallado de los comentarios escritos por los colaboradores que declinaron responder una o más de estas preguntas de la encuesta. Estos comentarios a menudo proporcionan cierta claridad o, al menos, indicios de por qué estas personas no desean revelar su verdadera identidad.
Entre los temas recurrentes que surgen de las experiencias de estos colaboradores se encuentran:
- Sensación de favoritismo.
- Relaciones laborales tóxicas.
- Agresividad pasiva.
- Falta de confianza para expresarse.
- Miedo a represalias.
Estos factores presentes en la percepción del Ambiente Laboral, pueden identificarse como situaciones "cercanas al acoso", debido a la presencia de microagresiones y temor. Estas respuestas, o la falta de respuestas, revelan información significativa sobre la cultura de la organización. En ese sentido, es importante que las organizaciones tomen medidas para apoyar a la comunidad LGBTQ+ y crear un entorno inclusivo que fortalezca la relación entre las culturas laborales consistentemente inclusivas y la experiencia general de los colaboradores.
Ahora bien, si los colaboradores se niegan a revelar su verdadera identidad en las encuestas, se puede interpretar que el entorno laboral puede no ser psicológicamente seguro para personas de todas las identidades de género y orientaciones sexuales, debido a que en la medida que varias personas eligen no responder, la confianza y la innovación se ven afectadas. Este patrón es especialmente notable en cómo las personas respondieron a las preguntas sobre su orientación sexual y discapacidad. Por cada dos personas que se identificaron positivamente como LGBTQ+ o que viven con una discapacidad, tres se negaron activamente a compartir su identidad.
Lo anterior, conlleva a generar un gran impacto en la cultura de una organización. De acuerdo con las cifras, por cada 10% de colaboradores que eligen no responder, se produce una disminución del 6% en los niveles generales de confianza, orgullo y camaradería en la empresa. Específicamente, a medida que aumenta el porcentaje de colaboradores que eligen "preferiría no responder", se observan caídas en la confianza, en el sentido de seguridad en el entorno laboral y las señales de trabajo en equipo.
En conclusión, apoyar la inclusión LGBTQ+ en el lugar de trabajo puede ayudar a que la organización prospere. En ese sentido, elegir "preferiría no responder" es una señal de miedo. Las organizaciones pueden utilizar esta información para adaptar sus estrategias de equidad, diversidad e inclusión, descubrir fortalezas no percibidas y monitorear la capacidad de las personas para ser auténticas en el trabajo. Cada persona merece la libertad de mostrarse como realmente es. Cuando los colaboradores ocultan su identidad, es revelado el nivel de seguridad psicológica en su lugar de trabajo.