En el día a día en el mundo laboral, nos enfrentamos con situaciones que nos ponen a prueba. Desde luchar con la alarma hasta tener conversaciones difíciles con un líder o compañero.
Hacer de esta realidad una parte normal del proceso y que se logre manejar de una manera sana y adecuada, tiene mucho que ver con la gestión del liderazgo y de la confianza que existe en las relaciones en el lugar de trabajo.
¿Nuestras acciones en el día a día inspiran o destruyen la confianza en otros?
En nuestros talleres es fácil ver líderes con la intención de construir grandes lugares para trabajar y reducir las brechas entre el lugar de trabajo actual y el deseado. Por eso, las organizaciones que tienen en su agenda formar a sus líderes, desbloquean en ellos todas sus facultades internas y logran que sea natural tener ideas innovadoras, que sea más sencillo tener conversaciones delicadas y que elementos, a veces complejos, como dar y recibir feedback sean procesos más sencillos, habituales y orgánicos.
El enfoque debe estar en cómo son las interacciones entre los colaboradores, la organización y los líderes. Ahí está la llave que lo abrirá todo: la confianza. Según la RAE, la confianza es la esperanza firme que se tiene de algo o alguien. Aquí hay que hacer un alto y preguntarnos: ¿qué tanta confianza inspiramos hacia los demás? En este artículo pretendemos brindar una serie de estructuras de pensamiento que logren ayudar a responder estas preguntas y las demás que hayan surgido hasta el momento.
¿Inspiras confianza?
Primero, es importante hablar de un concepto que suena constantemente en la filosofía organizacional y que tiene diferentes definiciones, liderazgo. Al pensar en grandes líderes que han pasado a través de la historia de la humanidad aparecen en nuestra mente imágenes e incluso sonidos y frases que evocan emociones vívidas. Les preguntamos, ¿sientes algo parecido al recordar a alguno de tus jefes? ¿Será que tus colaboradores sienten algo como eso cuando piensan en ti?
El liderazgo es un proceso de influencia, quien llama líder a otra persona es porque le ha entregado voluntariamente y de manera intrínseca el poder para influir en su manera de pensar o actuar, le ha dado la potestad para hablar de lo que está bien y de lo que está mal, le ha entregado su confianza plena y por eso ha decido seguirle. No pasa lo mismo con quien solamente posee autoridad (un cargo o una posición). No es suficiente, la autoridad sola no puede llamarse liderazgo.
¿Cómo inspirar más confianza?
Ser líder no depende de una posición o de un cargo. Al estar en la posición de “jefe” debes ir más allá si quieres transformarte en un líder que inspira confianza. Con este enfoque en mente, incontables dirigentes de las más grandes organizaciones han adoptado nuevas prácticas luego de décadas de viejos hábitos. Así, el director de una de las empresas de alimentos lácteos más importantes de Colombia se toma el tiempo al empezar y terminar cada reunión para saludar con un apretón de manos a todos los presentes. El director de una Universidad del top 5 de Colombia se agacha a recoger una colilla de cigarrillo en el campus y llevarla a la basura en medio de la vista de un cliente importante. Un CEO de un banco multinacional va a los puestos de trabajo de una unidad que está por cerrar por decisión de la casa matriz a ofrecerles uno a uno procesos de outplacement pagados con su presupuesto. Y así podríamos enumerar un sin fin de ejemplos.
Lo que queremos ilustrar es que donde tienes que enfocarte es en la calidad de las interacciones que tienes con tu gente.
Ten siempre presente el poder de lo simple, no tienes que salir con la idea más innovadora y disruptiva, empieza con algo cotidiano como la forma en la que saludas, el tiempo que tomas en responder un mensaje, la manera en la que das una instrucción, cómo pactas una fecha de entrega o incluso en cómo te vistes. Ve de a pocos, recuerda que Roma no se construyó en un día. Piensa en la confianza como algo en lo que debes ir sumando, no algo absoluto que está o no está, sino como algo que se construye poco a poco con cada interacción.
¿Es más fácil para unos que para otros?
La respuesta corta es muy cercana a un sí. Existen personas que tienen un perfil de Hollywood, la mirada del gato con botas y un carisma propio de un juglar medieval. Pero no te preocupes, no te quedes con la respuesta corta, es mejor pensar que, así como los líderes no nacen sino se hacen, la capacidad de generar confianza es una habilidad que se puede aprender y mejorar con reflexión y entrenamiento. Por eso sé consciente de tu manera de relacionarte empezando desde lo simple hacia lo complejo, y teniendo esto en cuenta vas a ir construyendo un gran lugar para trabajar.
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